Capítulo 4 La explosión fue terrible, un extraño olor los rodeaba, era un intenso olor, pero a la vez, agradable y poderoso. Una magia incontrolable, invulnerable a todo, algo que se creía inexistente y sin embargo cayó en sus manos, incapaces de articular palabra, indefensos y desconcertados, parecían estar preparados para la más emocionante experiencia de su vida. -Uff....qué mareo......dijo Melania, atragantándose con el olor que quedaba esparcido en la atmósfera. Insconciente, despertó a los chicos, que parecían dormidos tras la explosión y los ayudó a levantarse. Estaban débiles, era como si una fuerza genética hiciera presión contra ellos, como si miles de toneladas les machacaran. Ni siquiera sabían qué había pasado, aunque muy pronto lo descubrirían. De repente, a lo lejos se oyó un grito: -¿Qué me está pasando ?- preguntó Alana asustada al ver que sus pies estaban flotando en el aire. -!Alana!, ¿Qué? Cómo?- corrieron todos alarmados al verla. -¡Chicos,esperad! !Creo que sé lo que nos está pasando !!Ha debido de ser ese olor!!Además hay una sensación parecida a los que nos explicó Santoro! El científico nos dijo que si una fuerza presionaba a un objeto y explotaba, desataba varios poderes, sensaciones y olores hacia diferentes cuerpos- recordó Mei ling. -Puede ser, pero, ¿cómo ha ocurrido?- dijo desesperada Alana todavía en el aire- !Bajadme de aquí, por favor!- les suplicó. Cuando los chicos intentaron bajarla y atraerla hacia sí empezaron a ocurrir cosas muy extrañas .Mei Ling creó un torbellino de viento y sin saber cómo, se metió en él. Yannick sintió que su cabeza le daba muchas vueltas al comprobar que podía ver el futuro con solo pensarlo. Y Melania corría más rápido de lo normal, casi arrasaba el suelo. No lo entendían, incapaces de reaccionar ante ello comprendieron que ya no iba a ser lo mismo, que desde ese día todo iba a ser diferente. Pasarían semanas y meses hasta que los chicos pudieran descubrir cómo les habían llegado estos poderes...y precisamente a ellos. Irían al planeta en el que, según sus investigaciones, se habían originado estas extrañas fuerzas, inmensas e inhumanas. En ese momento, los chicos tenían controlados completamente todos sus súperpoderes y cada día descubrían otro nuevo, aunque ellos, sin ningún problema, se adaptaban a la nueva situación y dejaban que la magia actuara en ellos. Eran más inteligentes, trabajadores, estaban siempre muy atentos a cualquier ruido extraño. Y todos los días pensaban sobre su nuevo invento, un cohete que les llevaría al planeta de la magia, la fantasía... un mundo nuevo y una vida nueva, sin catástrofes ni caos por ningún lado. Plantearon varias siluetas del cohete hasta que obtuvieron la que querían. Diseñaban capas de protección, seguros, batería del cohete y tubos en buen estado con propulsores y varias cámaras en lo alto. Hacían sus trajes de astronauta, de una capa gruesa y fuerte, muy seguros. Pensaban en todo, en cada uno de los detalles, en la alimentación, en el espacio, en qué podría pasarles si tal...., revisaban y revisaban. Y no pararon hasta encontrar todo lo necesario y solucionar todos los problemas. Al fin, preparado casi todo, los chicos decidieron poner fecha a su partida: la semana siguiente estaría bien. Pero, faltaba lo más importante: la construcción del cohete. Melania tuvo una idea: -¿Por qué no construimos el cohete con ayuda de nuestros poderes? Yo tengo el poder de imaginar y crear cosas y tu Mei Ling tienes el poder de juntar un objeto a otro más resistente y crear un estructura fuerte y estable; en este caso, con mi ayuda puedes crear el cohete, mientras que vosotros, Yannick y Alana podéis traer los materiales necesarios y después dar ideas a Mei Ling, así ella podrá construir la estructura. -!Perfecto !- exclamaron todos.Se pusieron inmediatamente manos a la obra. Melania creó en el aire varios tubos propulsores y Mei Ling los junto e ideó la forma del cohete con la ayuda de Alana y Yannick. Tardaron cinco días en construirlo.Una vez terminado, cogieron las últimas provisiones de alimentos y todo lo que pensaban llevarse. Con mucho cuidado, entraron en la nave y vieron todo su esfuerzo materializado. Estaban alegres, pero a la vez un poco nerviosos por el viaje hacia aquel extraño planeta .... Dieron un último repaso, se sentaron en los asientos y se abrocharon los cinturones dejando a un lado sus trajes. Melania respiró hondo, estaba animada aunque asustada por si pasaba alguna catástrofe, pero disimuló a la perfección su inseguridad y cuando estuvieron listos los demás, dijo: -Preparaos para el más emocionante viaje de vuestras vidas. !Despegamos.... en diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco.... tres, dos, uno! !Bam! Desde fuera se podía percibir la rapidez de arranque del cohete que salió disparado hacia el cielo, iba veloz como un rayo y a mil por hora. A todos les latía el corazón, parecía que se les iba a salir del pecho, cerraron los ojos y, en un instante, se encontraron en medio del espacio. Maravillados, admiraron la galaxia y disfrutaron de su grandeza; parecía que todos sus miedos se habían disipado porque se sentían libres y cautivados por la emoción y la belleza del mundo que había más allá de sus ojos y que todavía no podían creerse del todo. Pasaron semanas y, al fin, llegaron a su destino: un planeta desconocido que nunca nadie en la historia había pisado jamás, un mundo inigualable, increíble ....Aquel planeta parecía deshabitado, era un lugar muy tranquilo y sosegado. Mei Ling, sin pensárselo, cogió el traje de astronauta, se lo puso y cuando los demás estuvieron preparados, salió muy despacio por la puerta y sintió, como si una corriente cálida le hubiera entrado en su cuerpo, al pisar por primera vez aquel lugar extraordinario: el planeta Alquibla314.